El
triunfo de la razón en tiempos irracionales
Por supuesto, había malos en
el lado de los enemigos de los enciclopedistas, de la ortodoxia y del orden,
pero, paradojas del destino, todos los enemigos de los enciclopedistas acababan
por un motivo u otro teniendo que desistir en sus ataques. Los curas de barrio,
primero, contra Diderot. Posteriormente, y con toda su artillería, los
jesuitas.
Más tarde, el propio rey, pese a que su
amante, Madame de Pompadour, proveniente de una familia burguesa parisina que
“sentía tradicionalmente una gran simpatía por el jansenismo y odiaba a los
jesuitas”, era defensora de la Enciclopedia y se hizo retratar con un tomo bien
visible de la obra en su biblioteca.
Philipp Blom, que a su
condición de historiador académico añade la de novelista, combina con gran
habilidad el retrato de la época, un siglo convulso, con las vidas de los
personajes, y en especial las relaciones de amistad de los enciclopedistas que
finalmente se harán trizas. Enciclopedia es la historia de un libro, sí, pero
de un libro que cambió la historia como pocos.
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